¿Sabías que más del ochenta por ciento de los productos que venden en el supermercado no te aportan nada bueno? A partir de ahora vas a descubrir cuáles son esos productos aprendiendo a leer el etiquetado nutricional. Es decir, la parte trasera del producto porque viendo solo la parte delantera no es suficiente para saber si es algo que te beneficiará o no.
Seguro que conoces muchos productos que aseguran tener “un cero por ciento de materia grasa” o ser “muy bajo en azúcares” o que “no tiene azúcares añadidos” pero en realidad esto puede significar algo así como: «hemos añadido un montón de químicos malignos para hacer este producto más sabroso y que lo puedas tomar». Así que para que aprendas a saber lo que estás comiendo, toma nota de estos consejos sobre cómo leer e interpretar las etiquetas nutricionales
Ingredientes y Calorias
Lo primero que debes mirar son los ingredientes, ordenados de mayor a menor cantidad en el producto. Lo siguiente que puedes observar son las calorías o el valor energético en kilocalorías (Kcal). Pero no las calorías por ración (ya que muchas veces tomamos más de una ración del producto). Lo que tienes que mirar son las calorías por cada cien gramos; así sabrás que si un producto tiene 600 calorías y comes cincuenta gramos, tienes que añadir trescientas calorías a tu dieta ese día.
Grasas o lípidos
Lo que aparece en la etiqueta a continuación del valor energético son las grasas o lípidos y siempre están desglosadas. A veces únicamente tienen el desglose “de las cuales saturadas”. Esto es porque hay varios tipos de grasas que son: grasas saturadas, monoinsaturadas, poliinsaturadas… Pero las que más te deben preocupar son las grasas trans, que son las realmente perjudiciales para tu salud. Si no aparecen desglosadas búscalas en la lista de ingredientes y ten en cuenta que los fabricantes no las identifican como “grasas trans” sino como “grasas parcialmente hidrogenadas” o “grasas hidrogenadas”, “ácidos grasos parcialmente hidrogenados”. Incluso simplemente como “margarina”, ya que la margarina en sí contiene grasas trans.
Si en los ingredientes pone “grasa vegetal” y no está especificado de qué tipo de vegetal es: sospecha, porque pueden ser también grasas trans. No es recomendable consumir alimentos que contengan esta grasa porque verás elevado tu colesterol LDL (conocido como el “colesterol malo”) y disminuido tu colesterol HDL (conocido como el “colesterol bueno”). Se encuentra principalmente en: galletas, bollería industrial, en algunos productos congelados, palomitas de maíz, patatas fritas de bolsa, algunas barritas de cereales, etc.
Hidratos de carbono
Después de las grasas verás la cantidad de hidratos de carbono o carbohidratos que tiene el producto: el almidón, el azúcar y la fibra.
La cantidad de azúcar siempre tiene que aparecer desglosada. Un ejemplo que te puedes encontrar: «por cada 100 gramos – de los cuales azúcares: 52 gramos”. Si ves, como en ese ejemplo, que la cantidad de azúcar es muy alta y en los ingredientes no está ni en la primera, ni en la segunda posición: sospecha, porque pueden haber quitado azúcar y añadido maltodextrina, jarabe de maíz, jarabe de glucosa, azúcar invertido… Productos tan o más perjudiciales que el azúcar.
También deben aparecer desglosadas dentro de los hidratos de carbono la fibra que contiene el producto. Recuerda que todo el mundo debería tener una ingesta mínima de veinticinco a treinta y cinco gramos de fibra cada día (aunque esto depende de cada persona). Lo que está claro es que siempre va a hacer mucho mejor la fibra que nos aportan las frutas y las verduras que la fibra que han añadido a, por ejemplo, unos cereales.
Proteínas y vitaminas
Debajo de los hidratos de carbono verás la cantidad de proteínas que tiene el producto. Es muy importante que tengas en cuenta que todos necesitamos una cantidad mínima de proteína. AÑADIR LINK A POST PROTEÍNAS
Y al final del todo está la cantidad de vitaminas y oligoelementos que tiene ese producto. Lo cual es importante leer si se trata de un suplemento.
Sal
También al leer la etiqueta nutricional verás la cantidad de sodio o de sal que tiene el producto. Ten en cuenta que la sal es cloruro sódico en un cuarenta por ciento. Es decir, que seis gramos de sal -que es lo máximo permitido en un día- corresponde a 2,4 gramos de sodio. De todos modos, no olvides consultar con un profesional de la nutrición cuál es la cantidad de sal que deberías ingerir según tus circunstancias.
Trazas
Esta parte de la etiqueta nutricional es imprescindible para las personas alérgicas porque si alguien tiene alergia a productos como el gluten, la soja o los frutos secos, ha de cerciorarse de que ese producto no contiene trazas de estos otros alimentos.
Una recomendación: aléjate de productos que tengan una larga lista de ingredientes y sobre todo si son ingredientes que no conoces, como las famosas E, E- ciento y pico, E- doscientos y pico… Si tiene muchos ingredientes así, no es un producto de fiar.
En el vídeo analizaremos algunas etiquetas nutricionales de conocidos productos que seguro que tú o tu familia habéis consumido en algún momento de vuestras vidas. ¡Dale al play para saber más!
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